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| DANIEL FERNÁNDEZ |
¿Qué sensaciones le dejó el partido del Barrio Atlántico?
El equipo volvió a estar a la altura de las circunstancias. Pretendemos construir un modelo de juego que con el paso de las semanas se va consolidando. El Puertos fue capaz de tener el balón, buscó ser protagonista una vez más, disfrutó de un alto porcentaje de posesión y esto le permitió esperar su mejor momento para obtener una recompensa merecida.
¿Cómo afronta el partido contra el Doramas?
La sensación que tengo como entrenador es que para construir lo que hasta el momento tenemos nos ha costado muchas horas de trabajo, para romperlo solo necesitamos confundir los términos y actuar en consecuencia con acciones y decisiones equivocadas. Lo que más me preocupa del partido es la mentalización de mi equipo, porque estamos inmersos en un momento dulce pero esto no es suficiente para llegar al objetivo final, tenemos que prolongar la línea de actuación que venimos desarrollando a través de rendimiento y resultados.
¿Qué supone para el Puertos haber ganado los dos partidos disputados?
Supone un arma de doble filo porque te hace experimentar sensaciones ficticias. Ganar siempre ayuda pero mucho dulce pica los dientes. No todos los equipos son lo suficientemente inteligentes como para llegar a la conclusión de que actualmente experimentas sensaciones ficticias, y con esto me refiero a que las notas se dan a final de curso sin excepciones. Estamos muy contentos por haber sacado adelante los partidos del Balos y Barrio Atlántico pero no es suficiente, hablamos de una carrera de fondo y cumplimentar el objetivo pasa por ser regular.
El equipo se muestra muy contundente defensivamente porque hasta el momento no ha encajado goles. ¿Está siendo una de las claves?
Disfrutamos de un alto porcentaje de posesión durante el transcurso de los partidos y esto proporciona que el equipo contrario no tenga la posibilidad de generar ocasiones de gol. Los futbolistas ejecutan la idea que pretende transmitir el cuerpo técnico, intentamos presionar para jugar no jugar para presionar. Necesitamos el balón y cuando lo tiene el adversario debemos convertirnos en mentalidad colectiva para recuperarlo lo antes posible. Este aspecto nos posibilita la oportunidad de robar el esférico lejos de nuestra propia portería, por lo que las opciones de ataque del adversario se minimizan de manera considerable.
Después de dos jornadas disputadas, ¿a qué conclusiones llega?
Aún es pronto para sacar conclusiones, bien es cierto que el fútbol está impulsado por sensaciones pero considero que muchos equipos están en proceso de adaptación al trabajo que sus técnicos pretenden.
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